El cuscús es un cereal que se obtiene moliendo granos de trigo duro hasta conseguir una sémola gruesa que una vez cocinada crece un poco. Debido a su sabor neutro puede combinar bien con pescado o carne, verduras y legumbres o incluso, frutas y frutos secos. En este caso prepararemos un plato que puede servirse templado completando al cuscús con pavo, hortalizas y un poco de queso feta. Una receta exótica pero sencilla y rápida que aguanta genial en la nevera para tenerla ya lista durante la semana.
(Las cantidades de esta receta son orientativas para dos personas, deberás adaptarla a tus propias macros pero quedará igual de deliciosa).
Lo primero que haremos será poner a hervir el caldo en una sartén lo suficientemente honda y le echaremos las especias al gusto (en este caso curry y comino) a no ser que estéis usando un cuscús ya especiado. Podéis usar agua pero el caldo aportará mucho sabor a cambio de una cantidad ridícula de calorías extra.
Cuando el caldo hierva vertemos el cuscús (200 gr o 250gr si te gusta que quede con una textura más seca), removemos un poco, tapamos la sartén y la retiramos del fuego. El cuscús tardará en absorber el caldo de 3 a 5 minutos, entonces estará listo.
Mientras reposa nuestro cuscús podemos ir picando las verduras. La idea es cortarlas en trozos no muy grandes para que se distribuyan bien en nuestro plato y en cada bocado tengamos siempre cuscús y verduras.
El pavo que yo he utilizado ya está macerado y cortado en tacos, de esta forma ahorramos tiempo. Lo hacemos a la plancha y cuando esté listo lo colocamos en un bol grande, echamos las verduras y el cuscús y removemos bien para que los ingredientes se repartan uniformemente.
Emplatamos en un recipiente al gusto y coronamos el plato con el queso feta o un poco de perejil picado.
Se tiende a pensar que siguiendo una dieta estricta el queso está vetado pero en concreto el queso feta tiene un porcentaje de un 21% en grasas por lo tanto si una dieta estándar tiene permitidos 100 gr de grasas diarios, con una sola ración de este plato estás aun lejos de llegar a cubrir tus macros en grasas.
Si prefieres otra fuente de grasas para esta receta puedes optar por las olivas negras, le aportarán sabor y color. A su vez puedes hacer modificaciones en la fuente de proteínas siempre que esta sea una carne magra. Ve variando también las especias y nunca te aburrirás de este versátil plato.
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